Rallye Paris-Dakar 1984
El año 1984 se afrontaba con ilusiones renovadas por parte de Lada Poch. Seguramente existía dentro del seno de la escuadra francesa el convencimiento de que la edición de 1984 sería en la que conseguirían alzarse con el triunfo tras haberlo rozado en 1983. Sin embargo, la realidad es que esta edición sería el comienzo del ocaso del Niva en el Dakar y los éxitos vividos ya no volverían a repetirse por un cúmulo de circunstancias.
Lo cierto es que en esta edición la fama que había alcanzado el Rallye Dakar era tal que ya no podía considerarse un Raid sino un carrera profesional en toda regla. Las grandes marcas habían fijado sus ojos en el Dakar como un objetivo al nivel del Mundial de Rallyes u otras categorías de competición. Esta era la primera circunstancia en contra del equipo francés, ya que aun siendo un importador oficial, nunca tuvo el apoyo de la fabrica Lada, que recordemos por aquel entonces pertenecía al gobierno ruso que se encontraba a las puertas de la Perestroika y en pleno conflicto con el bloque Occidental. Competir económicamente contra marcas como Mitsubishi, Land Rover o Porsche se hacía cada vez más complicado, eso por no mencionar que los mejores pilotos del mundo en diferentes categorías iban al Dakar a probar suerte.
Pero volvamos a la carrera para encontrar que en esta edición el equipo Poch puso nada menos que cuatro coches oficiales en la salida de París. Tras la medalla de plata en 1983 se sabía que la evolución del coche había llegado a su tope y que si se quería aumentar la potencia debía conseguirse una base más larga, esto es, con más distancia entre ruedas. Esta labor fue encargada por Poch a la empresa Lebranchú, un carrocero de autobuses del sur de París que ya había realizado la versión cabrio francesa del Niva (Niva Plein Soleil). La batalla fue alargada 200 mm, 80 de los cuales se ganaron en el eje delantero y 120 en el trasero, a fin de que la estética exterior del vehículo se resintiese lo menos posible. No fue el único cambio, también se aumentó la anchura de los ejes, los muelles de acero se sustituyeron por unos de titanio, que además de ser más ligeros aguantaban mejor el duro trato del desierto africano. Los casquillos de la suspensión delantera se cambiaron a teflón, se instalaron dos amortiguadores por rueda Dilstein, frenos de disco traseros, grupos 4.4:1, dirección y caja transfer reforzadas y un paralelogramo de Watt para guiar el trabajo de la suspensión trasera. Además se incorporó una nueva jaula antivuelco y se hizo uso de la fibra de carbono y de vidrio para aligerar el vehículo todo lo posible.
Hasta aquí los cambios en la parte ciclo, ya que el motor sufrió solo una ligera mejora para aumentar su potencia pero continuaba siendo el Simca JRD de 2.4 litros, preparado por Maurelec que rendía 240 cv.
Esta combinación de chasis y motor debería haber sido capaz de hacer grandes cosas, pero como ya hemos comentado, Poch no era ya el único con el Dakar en la cabeza. Las grandes marcas estaban poniendo en la salida de París máquinas tan o más poderosas que el pequeño Niva.
Los cuatro coches “oficiales” con los colores Lada-Poch estaban tripulados por las duplas Laurent/Leboth, Trossat/Briavoine, Lartigue/Dajoui y Darnich/Giroux. El veterano Briavoine padre no participó ya en esta edición, pero su hijo continuaba como copiloto con Trossat. Los tres primeros en la configuración de chasis largo pero el cuarto todavía con la antigua pilotado por Darniche y Giroux.
Así pues, estos eran los Lada presentes en la salida:
- Nº178 Calude Laujrent/Laurent Leboth (Oficial)
- Nº179 André Trossat/Eric Briavoine (Oficial)
- Nº180 Pierre Lartigue/Jean-Charles Djaoui
- Nº181 Bernard Darniche/Bernard Giroux
- Nº182 Jean-Pierre Jabouille/Michel Sardou
- Nº205 Christine Martin/Annie Moquet
- Nº269 Guy Deladriere/Jean-Pierre Declerck
- Nº270 Fiorino Lippis/Alain Mattrel
- Nº271 Gilbert Aira/Alain Coillot
- Nº273 Jacky Gabardos/Jean-Claude Brisson
- Nº274 Blaise Henrion/ Jacques De Saint-Gilles
- Nº275 Jean-Paul Poulet/Daniel Payerne-Baron
- Nº276 Jean-François Girodeau/Tomasa Girodeau
Merece la pena destacar el coche Nº182, que si bien no era oficial tampoco era privado del todo. Pilotado por el ex pIloto francés de Fórmula 1 Jean Pierre Jabouille y el popular cantante francés Michel Sardou era un modelo también con la batalla alargada pero en lugar de por Lada Poch era patrocinado por Pastis 51 y VSD, lo que le hacía lucir una colorida decoración. Pero no sólo el patrocinador era diferente, bajo su capó había un motor de 2.5 litros ROC basado en el bloque del Peugeot 505 Turbo N9T al que se le añadían cuatro válvulas por cilindro, doble árbol de levas y una inyección mecánica Kugelfisher, capaz de dar también 280 cv. Con esta dupla máquina-pilotos eran unos de los principales favoritos, incluso por encima de los cuatro pilotos oficiales.
El rally no comenzó particulamente mal para los pequeños Lada aunque el equipo de Jabouille tuvo un susto en la etapa prólogo con su camión de asistencia que a punto estuvo de quedar fuera de carrera. En la segunda etapa Lartigue hizo segundo mostrando un alto ritmo, el mismo que al día siguiente le permitiría firmar la victoria en la 3ª especial. Trossat y Briavoine se mantienen también en los primeros puestos y a punto están de ganar la 4ª especial dominada por el poderoso Porsche de Ickx y Brasseur que se muestra intratable hasta la etapa 10 donde Trossat consigue de nuevo poner al Lada como vencedor. Lo mismo haría en la etapa 11 pero fue descalificado acusado de haber atajado haciendo uso de la labor exploratoria que su compañero Briavoine, maniobras captadas por el helicóptero de la organización según su versión. Por supuesto Lada Poch discrepó de este punto y en protesta, y sumado al enfado de año anterior por el trato a Mercedes, Poch comunicó que no participaría en el Dakar de 1985.
Por su parte los coches 178 y 180 tuvieron que abandonar rápidamente por problemas de transmisión y el 181 lo hizo tras la primera especial cronometrada al meter su coche en una profunda rodera y romper el carter debido al impacto. Hay que reseñar que a pesar de la grave avería Darniche y Giroux intentaron acabar la etapa y casi lo consiguen, quedando a 4 km de la meta situada en la localidad de Salah, a donde llegó finalmente remolcado.
Por su parte, Jabouille y Sardou debieron retirarse tempranamente por roturas de la suspensión delantera de su coche. El excesivo peso del motor ROC, y a pesar de las nuevas suspensiones Bilstein, llevó a que el coche no fuese lo suficientemente fiable.
Por tanto ninguno de los Niva oficiales terminó esta edición. El primer clasificado sería el privado Blaise Henrion con el número 274 y que clasificó en la posición 67. Un fracaso rotundo sin duda para la armada Lada, que había puesto todas sus esperanzas en esta edición del Dakar. Con el anuncio de la no participación del equipo oficial en 1985 los tiempos del pequeño ruso en el Dakar estaban por llegar a su fin.
El Dakar del 84 terminó con la victoria de la dupla Metge/Lemoyne, que sin ganar una sola especial fueron los más regulares a bordo del Porsche 911, una máquina que se mostró imbatible y que fijaría las bases de lo que sería el Dakar en los años venideros: una competición de prestigio creciente donde todas las marcas irían a mostrar su potencial a base de prototipos de escaso parecido a las máquinas de origen.